Jesús nos propone encontrar momentos de quietud, de sosiego, de aislamiento para descansar un poco junto a él, recuperándonos con la oración, con su Palabra, con la Eucaristía. ¡Qué actual es esta invitación de Jesús!.
FOTOGRAFIANDO LOS OJOS DE JESÚS
El Evangelio de hoy nos narra que los apóstoles, tras su primera misión, regresaron donde estaba Jesús y le contaron
«todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado». Después de la experiencia de la misión, tenían necesidad de
descanso. Jesús, lleno de comprensión, les dice: «Vengan también ustedes aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pero la multitud, intuyendo el lugar solitario hacia donde se dirigía con la barca junto con sus discípulos, corrió hacia allí antes de su llegada. A veces no logramos realizar nuestros proyectos porque surge un imprevisto urgente que modifica nuestros programas y que exige parte y disponibilidad hacia las necesidades de los demás.
«Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se
puso a enseñarles muchas cosas». En esta breve frase, el evangelista nos ofrece un flash de especial intensidad,
fotografiando los ojos del divino Maestro y su actitud. Observemos los tres verbos de este fotograma: ver, tener
compasión, enseñar. Los podemos llamar los verbos del Pastor. La mirada de Jesús no es una mirada neutra, o peor,
fría o alejada, porque Jesús mira con los ojos del corazón. Y su corazón es tan tierno y está tan lleno de compasión, que sabe acoger las necesidades de las personas que permanecen incluso más escondidas.
Dado que Jesús se conmovió al ver a toda aquella gente necesitada, se puso a enseñarles muchas cosas. He aquí el
primer pan que el Mesías ofrece a la multitud hambrienta y perdida: el pan de la Palabra. Todos nosotros tenemos necesidad de palabras de verdad que nos guíen y que iluminen nuestro camino. Sin la verdad, que es Cristo mismo, no es posible encontrar la orientación correcta en la vida.
Cuando nos alejamos de Jesús y de su amor, nos perdemos y la existencia se transforma en desilusión e insatisfacción. Con Jesús al lado, se puede proceder con seguridad, se pueden superar las pruebas, avanzar en el amor hacia Dios y hacia el prójimo. Jesús se hizo don para los demás, convirtiéndose así en modelo de amor y de servicio para cada uno de nosotros. (Francisco, Ángelus, 22/07/2018).
XVI Domingo del Tiempo Ordinario
También hoy como al tiempo de Jesús, andamos agitados, desconcertados, angustiados “como ovejas sin pastor”. Por eso el Evangelio de hoy es muy apropiado para nosotros. Jesús nos invita: ‘Vengan a un lugar desierto para
descansar un poco’.
Jesús nos propone encontrar momentos de quietud, de sosiego, de aislamiento para descansar un poco junto a él, recuperándonos con la oración, con su Palabra, con la Eucaristía. ¡Qué actual es esta invitación de Jesús!
Puedes acceder al documento desde el siguiente enlace: Pan del Alma 19 de julio.
Fuente: Salesianos Perú