La Virgen María y su casto esposo José nos ayuden a escuchar a Jesús que viene, y que pide ser acogido en nuestros planes y elecciones.
LA SORPRENDENTE LÓGICA DE DIOS
El Evangelio nos guía hacia la Navidad, a través de la experiencia de san José, una figura aparentemente de segundo plano, pero en cuya actitud está contenida toda la sabiduría cristiana. El no predica, no habla, sino que trata de hacer la voluntad de Dios; y lo hace al estilo del Evangelio y de las Bienaventuranzas, consciente de que depende en todo de Dios y pone en Él toda su confianza.
La narración del Evangelio de hoy presenta una situación humanamente incómoda y conflictiva. José y María están comprometidos; todavía no viven juntos, pero ella está esperando un hijo por obra de Dios. José, ante esta sorpresa, naturalmente permanece perturbado, pero, en lugar de reaccionar de manera impulsiva y punitiva, busca una solución que respete la dignidad y la integridad de su amada María. Tenía plena confianza en María, a quien eligió como su esposa. No entiende, pero busca otra solución.
Esta circunstancia inexplicable le llevó a cuestionar su compromiso; por eso, con gran sufrimiento, decidió separarse de María sin crear escándalo. Pero el Ángel del Señor interviene para decirle que la solución que él propone no es la deseada por Dios. Por el contrario, el Señor le abrió un nuevo camino, un camino de unión, de amor y de felicidad, y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo».
En este punto, José confía totalmente en Dios, obedece las palabras del Ángel y se lleva a María con él. Fue precisamente esta confianza inquebrantable en Dios la que le permitió aceptar una situación humanamente difícil y, en cierto sentido, incomprensible. José entiende, en la fe, que el niño nacido en el seno de María no es su hijo, sino el Hijo de Dios, y él, José, será su guardián, asumiendo plenamente su paternidad terrenal. El ejemplo de este hombre gentil y sabio nos exhorta a levantar la vista, a mirar más allá. Se trata de recuperar la sorprendente lógica de Dios que, lejos de pequeños o grandes cálculos, está hecha de apertura hacia nuevos horizontes, hacia Cristo y Su Palabra.
(Francisco, Ángelus, 22/12/2019)
IV DOMINGO DE ADVIENTO
Cuando están ya a punto de cumplirse los días, fijamos nuestra mirada en María, la Virgen que dará a luz un Hijo por obra del Espíritu Santo. Como ella, la Madre, también nosotros esperamos con ansia y ternura al Hijo que ha de reconciliar por siempre a la humanidad con el Padre del cielo.
Y será María, la nueva Eva, quien, con su obediencia a la voluntad de Dios, hará posible el plan de redención trazado desde antiguo. Dios nos salva por Jesucristo, pero con el sí de María.
Puedes acceder al documento desde el siguiente enlace: Pan del Alma 18 de Diciembre.
Fuente: Parroquia María Auxiliadora de Lima
Fuente: Salesianos Perú