19 Abr

III Domingo de Pascua

“El Pan del Alma” es un semanario dominical publicado ininterrumpidamente desde 1904 por los Salesianos de Breña. Actualmente es el semanario en circulación más antiguo del Perú.

Fue fundado por el sacerdote salesiano Carlos Pane (Piamonte, 1856 – Lima, 1923), siendo inicialmente editado por el Colegio Salesiano de Breña. Posteriormente la responsabilidad de su publicación recayó en la Parroquia de María Auxiliadora, entidad que la edita hasta la actualidad. Durante muchos años, fue el órgano promotor de la construcción y ornamentación de la Basílica de María Auxiliadora de Breña, inaugurada en 1921 como “Homenaje nacional por el centenario de la independencia del Perú”.

¿TIENEN ALGO DE COMER?
En el centro de este tercer domingo de Pascua está la experiencia del Resucitado hecha por sus discípulos. En el Cenáculo, donde Jesús se manifiesta a los apóstoles, les dirige este saludo: «Paz a ustedes». Se trata tanto de la paz interior, como de la paz que se establece en las relaciones entre las personas. El episodio contado por el evangelista Lucas insiste mucho en el realismo de la Resurrección. Jesús no es un fantasma. De hecho, no se trata de una aparición del alma de Jesús, sino de su presencia real con el cuerpo resucitado.
Jesús se da cuenta de que los apóstoles están desconcertados al verlo porque la realidad de la Resurrección es inconcebible para ellos. Creen que están viendo un espíritu, pero Jesús resucitado no es un espíritu, es un hombre con cuerpo y alma. Por eso, para convencerlos, les dice: «Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Tóquenme y dense cuenta que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo». Y puesto que esto parece no servir para vencer la incredulidad de los discípulos, el Evangelio dice también una cosa interesante: era tanta la alegría que tenían dentro que esta alegría no podían creerla: «¡No puede ser! ¡Tanta alegría no es posible!». Y Jesús, para convencerles, les dice: «¿Tienen aquí algo de comer?». Y come frente a ellos.
La insistencia de Jesús en la realidad de su Resurrección ilumina la perspectiva cristiana sobre el cuerpo: el cuerpo
no es un obstáculo o una prisión del alma. El cuerpo está creado por Dios y el hombre no está completo si no es una
unión de cuerpo y alma. Jesús, que venció a la muerte y resucitó en cuerpo y alma, nos hace entender que debemos
tener una idea positiva de nuestro cuerpo. El cuerpo es un regalo maravilloso de Dios, destinado, en unión con el alma, a expresar plenamente la imagen y semejanza de Él. Cada ofensa o herida o violencia al cuerpo de nuestro prójimo, es un ultraje a Dios creador. Mi pensamiento va, en particular para los niños, las mujeres, los ancianos maltratados en el cuerpo. (Francisco, Regina Coeli, 15/4/2018)

III Domingo de Pascua

El Señor ha resucitado y nosotros con él. Éste es el grito de júbilo que resuena cada vez que celebramos la Eucaristía, pero más que nunca en este tiempo de Pascua. El Señor ha vencido a la muerte y a lo que era su causa: el pecado. Y a nosotros nos ha dado la esperanza de que también llegaremos a la plenitud de vida en su Reino, donde ya no habrá
más pecado, ni pena, ni dolor, ni muerte. Nuestro estilo de vida pecador será superado. La cruz con que crucificamos a los demás será trocada en amor, paz y eterna bienaventuranza. Por eso ya ahora, en este mundo, también nosotros podemos entonar cánticos de alegría a pesar de la pandemia que enluta nuestras vidas.

Puedes acceder al documento desde el siguiente enlace: Pan del Alma 18 de abril.

Fuente: Salesianos Perú