III Domingo de Cuaresma

La Pascua es un tiempo de renovación espiritual y de confianza abierta a la gracia de Dios y a su misericordia.

LA MISERICORDIA DE DIOS

El Evangelio de este domingo nos habla de la misericordia de Dios y de nuestra conversión. Jesús narra la parábola de la higuera estéril. ¿Qué representa esta parábola?

El dueño representa a Dios Padre y el viñador es la imagen de Jesús, mientras que la higuera es un símbolo de la humanidad indiferente y árida. Jesús intercede ante el Padre en favor de la humanidad y lo hace siempre y le pide que espere y le conceda
un poco más de tiempo para que los frutos del amor y la justicia broten en ella. La higuera representa una existencia estéril, incapaz de dar, incapaz de hacer el bien. Es un símbolo de quien vive para sí mismo, sacio y tranquilo, replegado en su comodidad, incapaz de dirigir su mirada y su corazón a aquellos que están cerca de él en un estado de sufrimiento. A esta actitud se contrapone el gran amor del viñador por la higuera: hace esperar al
dueño, tiene paciencia, sabe esperar, le dedica su tiempo y su trabajo. Promete al dueño que prestará una atención especial a ese árbol desafortunado.

Y esta similitud del viñador manifiesta la misericordia de Dios, que nos deja un tiempo para la conversión. Todos necesitamos convertirnos y la paciencia de Dios, la misericordia, nos acompaña en esto. A pesar de la esterilidad, Dios tiene paciencia y nos ofrece la posibilidad de cambiar y avanzar por el camino del bien. Pero la prórroga implorada y concedida también indica la urgencia de la conversión: «Déjala por este año todavía». La
posibilidad de conversión no es ilimitada; por eso hay que tomarla de inmediato. De lo contrario se perdería para siempre.
En esta Cuaresma podemos pensar: ¿Qué debo hacer para acercarme al Señor, para convertir, para “cortar” las cosas que no van bien? “No, no, esperaré la próxima Cuaresma”. Pero ¿estarás vivo la próxima Cuaresma? Pensemos hoy, cada uno de nosotros: ¿qué debo hacer ante esta misericordia de Dios que me espera y que siempre perdona? ¿Qué debo hacer? No debemos justificar la pereza espiritual, sino aumentar nuestro compromiso de responder con prontitud a esta misericordia con sinceridad de corazón. (Francisco, Ángelus, 24/3/2019)

III Domingo de Cuaresma

Este tiempo de Cuaresma es una llamada insistente a la conversión para todos nosotros. Debemos tomárnosla en serio esta llamada. El Señor nos
ofrece el perdón y la misericordia, pero al mismo tiempo nos pide que nos esforcemos decididamente para cambiar nuestra vida.

Puedes acceder al documento desde el siguiente enlace: Pan del Alma 20 de Marzo.

Fuente: Salesianos Perú

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