La Cuaresma es tiempo privilegiado para purificarnos, para experimentar la presencia consoladora de Dios en nuestras vidas.
TRES CAMINOS PARA LA RUINA
El Evangelio de este primer domingo de Cuaresma narra la experiencia de las tentaciones de Jesús en el desierto. Las tres tentaciones indican tres caminos que nos llevan a la ruina. La primera tentación: el camino de la codicia de poseer. Esta es la lógica insidiosa del diablo. Empieza por la necesidad natural y legítima de comer, de vivir, de realizarse, de ser feliz, para empujarnos a creer que todo esto es posible sin Dios e incluso contra Él. Pero Jesús se opone diciendo: «Está escrito: “No solo de pan vive el hombre”». Jesús afirma que quiere abandonarse con confianza plena a la providencia del Padre.
La segunda tentación: el camino de la gloria humana. El diablo dice: «Si me adoras, todo será tuyo». Uno puede perder toda su dignidad personal, si se deja corromper por los ídolos del dinero, del éxito y del poder, para alcanzar la autoafirmación. Y saborea la ebriedad de una alegría vacía que nos lleva a pavonearnos, a la vanidad, pero esto muy pronto se desvanece. Por eso Jesús responde: «Adorarás al Señor tu Dios y solo a Él darás culto».
La tercera tentación: instrumentalizar a Dios en beneficio propio. Al diablo que, citando las Escrituras, lo invita a obtener de Dios un milagro sorprendente, Jesús opone nuevamente la firme decisión de permanecer humilde, confiado ante el Padre: «Está mandado: “No tentarás al Señor tu Dios”». Y así rechaza la tentación quizás más sutil: la de querer “poner a Dios de nuestro lado” para satisfacer nuestro orgullo.
Jesús vence la tentación tres veces para adherirse completamente al plan del Padre. Y nos indica los remedios: la vida interior, la fe en Dios, la certeza de su amor, la certeza de que Dios nos ama, de que es Padre, y con esta certeza superaremos toda tentación. Pero hay una cosa, sobre la que me gustaría llamar la atención. Jesús al responder al tentador no entra en el diálogo, sino que responde solo con la Palabra de Dios. Esto nos
enseña que con el diablo no se dialoga, no se debe dialogar, se le responde solamente con la Palabra de Dios. (Francisco, Ángelus, 10/03/2019)
I Domingo de Cuaresma
Comenzamos el tiempo de Cuaresma, un tiempo fundamental en nuestro camino cristiano. Un tiempo que nos invita a caminar decididamente el
camino de Jesucristo, a seguirlo más de cerca en su Evangelio. Un tiempo que nos pide que convirtamos nuestro corazón y nuestras vidas, para poder
celebrar sinceramente su Pascua.
Participemos intensamente en esta Eucaristía para recibir la fuerza de la Palabra y alimentarnos con el Pan de vida que nos permita lanzarnos con
fuerza a amar a los hermanos durante la semana.
Puedes acceder al documento desde el siguiente enlace: Pan del Alma 06 de Marzo.
Fuente: Salesianos Perú
