Ascensión del Señor

“El Pan del Alma” es un semanario dominical publicado ininterrumpidamente desde 1904 por los Salesianos de Breña. Actualmente es el semanario en circulación más antiguo del Perú.

Fue fundado por el sacerdote salesiano Carlos Pane (Piamonte, 1856 – Lima, 1923), siendo inicialmente editado por el Colegio Salesiano de Breña. Posteriormente la responsabilidad de su publicación recayó en la Parroquia de María Auxiliadora, entidad que la edita hasta la actualidad. Durante muchos años, fue el órgano promotor de la construcción y ornamentación de la Basílica de María Auxiliadora de Breña, inaugurada en 1921 como “Homenaje nacional por el centenario de la independencia del Perú”.

HOMBRES Y MUJERES DE LA ASCENSIÓN

La Ascensión del Señor contiene dos elementos. Por una parte, orienta nuestra mirada al cielo, donde Jesús glorificado se sienta a la derecha de Dios (cf. Mt 16, 19). Por otra parte, nos recuerda el inicio de la misión de la Iglesia. ¿Por qué? Porque Jesús resucitado ha subido al cielo y manda a sus discípulos a difundir el Evangelio en todo el mundo. Por lo tanto, la Ascensión nos exhorta a levantar la mirada al cielo, para después dirigirla inmediatamente a la tierra, llevando adelante las tareas que el Señor resucitado nos confía.
Una misión sin confines que supera las fuerzas humanas. Jesús, de hecho dice: «Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación» (Mc 16, 15). Parece de verdad demasiado audaz el encargo que Jesús confía a un pequeño grupo de hombres sencillos y sin grandes capacidades intelectuales. Pero este proyecto de Dios puede ser realizado solo con la fuerza que Dios mismo les concede: «Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra» (Hch 1, 8).
La misión confiada por Jesús a los apóstoles ha proseguido a través de los siglos, y requiere hoy la colaboración de todos nosotros. Cada uno, en efecto, por el bautismo que ha recibido está habilitado para anunciar el Evangelio. La Ascensión del Señor, mientras inaugura una nueva forma de presencia de Jesús en medio de nosotros, nos pide que tengamos ojos y corazón para encontrarlo, para servirlo y para testimoniarlo a los demás.
Se trata de ser hombres y mujeres de la Ascensión, es decir, buscadores de Cristo a lo largo de los caminos de nuestro tiempo, llevando su palabra de salvación hasta los confines de la tierra. En este itinerario encontramos a Cristo mismo en nuestros hermanos, especialmente en los más pobres, en aquellos que sufren en carne propia la dura y mortificante experiencia de las viejas y nuevas pobrezas. Que María, nos ayude a mantener «nuestros corazones en alto», y «los pies en la tierra» sembrando con coraje el Evangelio. (Francisco, Regina Coeli, 13/05/2018)

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

La celebración de la Ascensión nos ayuda a descubrir la presencia resucitada del Señor no en quienes se quedan mirando al cielo, sino en quienes se comprometen valientemente por su reino y anuncian la Buena Noticia de un mundo como el Padre Dios lo quiere para todos.
El proyecto de Jesús es tan maravilloso que puede parecer irrealizable. Vivir la Ascensión es ser testigos de Cristo, es poner señales concretas de que sí se puede realizar. En esta celebración Jesús está con nosotros para alentarnos y darnos fuerza.

La experiencia de la Comunidad cristiana con Cristo resucitado, después de su Ascensión, es planteada en clave de misión y no de fuga del mundo, mirando hacia la realización del plan de Dios que llegará a su plenitud más allá de la historia.

Puedes acceder al documento desde el siguiente enlace: Pan del Alma 16 de mayo.

Fuente: Salesianos Perú

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